“Se te van acabar las lágrimas, lo que no se tiene que acabar es la rabia, esa sed de justicia porque el día que eso se acabe, hasta ahí vas a llegar; y nuestras hijas se merecen justicia”.
Petit comité

El catalejo del patriarcado

El catalejo es un instrumento óptico que se utilizaba en las navegaciones marítimas desde los años 1600, este se usaba para ver a través de él y ver un aumento de tamaño en las imágenes deseadas, aunque la tecnología ha desarrollado instrumentos mucho más útiles para las embarcaciones, es innegable que el
patriarcado ha desarrollado su propio instrumento óptico, su propio catalejo, su visión y pensamiento se centra en situaciones, cosas y objetos muy específicos, que siempre que le conviene los amplía para poder verlos, desmenuzarlos y exponerlos al detalle, dejando lejos de ese círculo de visión aumentada lo demás, lo que no le importa, lo que no le conviene.


Que terrible momento debe estar viviendo Jennifer Hermoso, seleccionada Española de fútbol que se proclamó en la gloria campeona del mundo en Australia y que debería estar tirando la patada inicial de partidos importantes, motivando a niñas y hablando de lo que se siente ser la mejor del mundo, sin embargo, su gran triunfo se ve opacado porque el Presidente de la Real Federación Española de Fútbol decidió que era una excelente idea plantarle un beso en la boca cuando les estaba entregando las medallas… en pleno año 2023, esto sigue sucediendo, es inaudito.


Cuando todas las niñas estaban pegadas al televisor perpetuando la idea de que “hacerlo como niña” ya no es hacerlo mal, sino que ya significa hacerlo como campeona del mundo, decide un hombre con poder violentar a una campeona, como si su beso fuera un trofeo más en la lista de esta jugadora, ¡qué vergüenza! Y si no fuera aún más vergonzoso, decide dar una rueda de prensa en la que presume que hubo consentimiento en el beso y que no dimitirá al cargo, seguido de estas aberrantes palabras le siguen una horda de aplausos de otros hombres, incluido el seleccionador español femenil Jorge Vilda.

Justo como lo escribí hace meses, debemos dejar de exponer a nuestras niñas a estas historias, ellas deben ver campeonas del mundo festejar entre sí y regocijarse en las mieles del triunfo, no deben continuar viendo escenas que les sigan gritando que los hombres pueden y deben mandar sobre sus cuerpos, sobre sus vidas, sobre sus sueños…

No se habla de nada más, no se habla del triunfo de esta selección que ha sido el más visto en la historia de Mundiales Femeniles de la historia, no se habla del tremendo gol de Olga Carmona que fue el de la victoria, ni del eufórico grito de Alicia Arévalo que logró estremecer a toda la audiencia, tampoco se habla de las preciosas palabras que Dani Garrido ha dedicado a las 23 jugadoras de la fantástica final… no se habla de nada de esto, se sigue hablando del vergonzoso y aberrante acto de un tipo misógino que es cabeza de todo un sistema patriarcal, que lo protege y avala su continuidad, que le exige a las seleccionadas que se tienen que presentar aunque hayan establecido un paro para obligar la renuncia de Rubiales.


No es suficiente la declaración de Jenni donde evidencia que no hubo ningún consentimiento, no es suficiente el paro de las campeonas del mundo, no son suficientes los brazaletes de las y los jugadores en los partidos para apoyar a la víctima, no es suficiente nada para agrandar el catalejo del patriarcado.
Pongámonos serios ¿Cuándo será el día en que los hombres no se crean protagonistas de las historias? Porque pasó en esta final, pasó en la 94 edición de los Premios Óscar donde el triunfo de Jane Campion a mejor dirección por “The power of the Dog” fue eclipsado por el violento acto de Will Smith y no se habló de que ella era la primera mujer directora en recibir más de diez nominaciones por su maravillosa dirección y la tercera mujer en ganar esta importante categoría, no se habló de esto, se habló del acto de un hombre, otra vez. ¿Hasta cuándo nuestras niñas dejarán de ser testigos de que hagas lo que hagas, seas la mejor o seas campeona del mundo en cualquier ámbito no será suficiente para que un hombre no sea capaz de eclipsar tu gloria?
Mucho por hacer.
Mariana Román

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